Son 322 y provienen de diversas ciudades de España y del mundo:
la colección reviste las paredes de su casa de campo en Hinojosa del
Duque-Córdoba, Península Ibérica
Maricarmen es una mujer que la vida puso en mi camino
durante mi paso por esta hermosa tierra, no sé si es que en algunos de sus comportamientos
logro ver reflejada a mi madre, que tanto extraño, o será que tenemos una conexión
natural producto del gusto que ambos tenemos por el arte. Y es que aunque Maricarmen
es costurera, una creadora de arte, nunca pensé que al conocer su casa de campo
me encontraría allí con un museo a medio habitar.
Algo pasó con mis emociones al entrar a aquél salón cuyas paredes
están revestidas por 322 platos, en su mayoría decorativos, pero también
algunos funcionales. “¿Esto qué es?”, le pregunté, y con alegría respondió: una
colección que hemos venido haciendo desde hace 29 años”. Yo me quedé enganchado mirando aquello, me latía más fuerte el corazón, y no salieron más palabras de mi boca, más que de admiración.
Me contó entonces que fue su esposo, Don Luis, quien la
instó a comenzar a coleccionar los platos,
justo después de haber comprado uno en una tiendita de Toledo, donde se
encontraban de paseo.
Este es el primer plato que adquirió Maricarmen para su
colección, en Toledo-España
“A partir de allí, no hemos vuelto a comprar ni uno porque
todos han sido regalados”, agregó Luis mientras dejaba escapar una pícara
sonrisa. Su hija María Eugenia, ha sido todos estos años quien ha estado pendiente
de conocer los datos exactos relacionados con cada plato que entra a casa, sabe
quién o quienes lo han obsequiado, en qué fecha y qué concepto tiene la artesanía,
etc.
Es que son alucinantes, su colorido, formas y texturas: los hay de cerámica, cristal, metal y hasta de coco y canela; llevan impresos
estampados de colores, rostros de artistas, paisajes de ciudades o países como
Galicia, Pamplona, Entrevelas (el pueblo más alto de España), Rumania, Estambul
y Cuba, unos no dicen nada y otros hasta ponen mensajes como este: “La que no
quiere pagar doncellas que se sirva ella”.
Cada año, Maricarmen desmonta la colección para
limpiarlos minuciosamente y preservar así su calidad estética, "pero nunca sin
hacer antes una fotografía para poder volver a exponerlos tal como lo he hecho
durante todos estos años", advierte.
Esos dos platos azules son los favoritos de Maricarmen,
pertenecieron a sus abuelos
Y este con azul turquesa y la estrella de David, es mi favorito
Y este es uno de los más antiguos, en ese preparaba tortillas de patatas la Ti Francisca hace más de 50 años