jueves, 19 de mayo de 2011

Abadía benedictina: el silencio de la paz

En Güigüe, un pueblito del estado Carabobo, los monjes benedictinos se mantienen en oración por el mundo. ¡El poder de la cruz-medalla es exorcista!

Echando el tiempo atrás, recordé aquellas vacaciones en la casa de mis tíos en Valencia, estado Carabobo. En medio de la lluvia, los oficios religiosos de Semana Santa, y la preocupación por terminar el trabajo de grado de la maestría, decidí hacer la maleta, encender el carro y manejar hasta el estado Carabobo, mi destino final: la abadía de los monjes benedictinos.


“Es un hermoso lugar, donde te envuelve la paz del silencio; hay una pequeña tienda donde venden miel, y la capilla no tiene comparación”, precisaba en mis vagos recuerdos de lo conocido durante la primera vistita que hice al sitio, a principio de los años 90. Mientras tanto mis expectativas de ver con ojos de adulto aquel lugar tan especial se acrecentaban.

Era todavía de día cuando finalmente llegué a la congestionada ciudad, inmediatamente me encontré con familiares y amigos para planear la visita, descansé para recuperar fuerzas, y al día siguiente, cuando la luz del sol me despertó, llenamos el tanque de combustible y buscamos la vía a Flor Amarillo-Güigüe, dos poblaciones rurales, que están aproximadamente a una hora de Valencia.

Es precisamente en Güigüe, donde sobre una colina, está la Abadía Benedictina de San José, una joya arquitectónica, diseñada por el arquitecto carabobeño Jesús Tenreiro. La conservadora y a su vez moderna edificación, está construida con ladrillos y concreto,  un imponente árbol de la especie Samán le brinda sombra natural al verde jardín que la rodea, donde es infaltable tomarse una fotografía, al igual que en el campanario.


La estructura está constituida por dos edificios principales, que son el claustro, donde viven los monjes, y la hospedería, donde matrimonios, grupos y seglares, pueden pernoctar cómodamente durante retiros espirituales; en los cuales es posible compartir con los hermanos benedictinos durante las oraciones y eucaristías, que celebran entonando cantos gregorianos.

Adentro está la capilla, iluminada con luz natural y acabados en madera, que además de la apreciación estética, transmite verdadera paz. Al otro lado se consigue una pequeña tienda, de la cual no puedes salir sin adquirir una cruz-medalla del padre Benito, las hay para colgar en cadenas, prendas de vestir o pulseras, así como en llaveros y rosarios.


“Bienvenidos, pueden recorrer la abadía y estar el tiempo que quieran. En esta tienda tenemos literatura acerca de nuestra congregación en el mundo y en Venezuela, postales, suvenires religiosos, y hasta miel”, dice el hermano Oscar, un monje adulto que me explicó en detalle las bondades de la medalla, que además de poderosa, es realmente hermosa.

Mientras me presentaba al padre Abad, Otto Lohner, contó el hermano Oscar, que la cruz-medalla del padre Benito, tiene poder exorcista para alejar al demonio e invocar la presencia de Dios. “De todas formas tome este folleto, aquí se explica detalladamente el contenido de la medalla”, añadió.


En el tríptico está descrita la historia, el uso y las indulgencias que recibe el que la usa, sin embargo, en el portal web eltemplodelaluzinterior.wordpress.com, se sostiene que: “El origen de esta medalla se fundamenta en una verdad y experiencia del todo espiritual que aparece en la vida de san Benito, tal como nos la describe el papa san Gregorio en el Libro II de los Diálogos. El Padre de los monjes usó con frecuencia el signo de la cruz como signo de salvación, de verdad, y purificación de los sentidos. San Benito quebró el vaso que contenía veneno con la sola señal de la cruz hecha sobre él. Cuando los monjes fueron perturbados por el maligno, el santo mandó que hicieran la señal de la cruz sobre sus corazones”.

La medalla, que puede estar diseñada en forma circular u ovalada, posee distribuidas las siguientes siglas, que constituyen la oración de exorcismo: CSPB, Crux Sancti Patris Benedict-Cruz del Santo Padre Benito, CSSML Crux Sacra Sit Mihi Lux-Mi luz sea la cruz santa, NDSML Non Draco Sit Mihi Dux-No sea el demonio mi guía, VDRS Vade Retro Satana-¡Apártate, Satanás!, NSMV Numquam Suade Mihi Vana-No me sugieras cosas vanas, SMQL Sunt Mala Quae Libas-Pues maldad es lo que brindas, IVB Ipse Venena Bibas-Bebe tú mismo el veneno.

Yo desde ese día traigo mi medalla puesta con fe, por supuesto que he experimentado un cambio espiritual a nivel personal. El mismo hermano Oscar me la bendijo para poder usarla; les recomiendo ir hasta la Abadía, conocerla, escuchar misa, contribuir con la congregación comprando alguno de los económicos detalles para sus amigos, y por supuesto, no olviden traerse su medalla: ¡Crux Sacra Sit Mihi Lux!


El Dato
Pueden visitarla todos los días, desde las  8 am hasta las 12 m, y de 2 a 6 pm. Para contacto: Teléfonos: (0245) 3411032 y 3411916. Fax: 0245–3411651. E-mail: abadiaguigue@cantv.net
Para la hospedería: Cuesta 100 bolívares el día, incluyendo desayuno, almuerzo, cena, y seguro estacionamiento. Hay que reservar mínimo tres noches.

4 comentarios:

  1. Cesar,hermosa descripción de tus sentimientos al
    compartir con los monjes.Se siente en tu descripción del lugar,la espiritualidad que te acompaña.Que sigas siempre así.Un gran abrazo y gracias por escribir como lo haces.

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    1. Gracias a ti por los comentarios. la idea era transmitir parte de la buena energía que allí se vive. Un abrazo!

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  2. Gracias por compartir esta entrada con el resto del mundo. Me dió mucha alegría volver a ver la abadía, a la cual tuve la oportunidad de visitar hace unos añitos. Es un lugar hermoso y se respira espiritualidad. :)

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    1. Y muchas gracias a ti por haber ingresado a mi sitio, y además de leer, opinar! Saludos y felices días. Sin duda es un lugar estupendo.

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